Alguna vez conocí el vacío y me espante...
mucho... demasiado diría yo...
fue un sentimiento más profundo que la misma soledad...
Percibi la magnitud del universo y la lejanía de las estrellas...
la oscuridad de la noche... tan llana y tan llena...
y yo tan pequeña y tan vacía...
Conocí la palabra terror en cada célula de mi ser...
y todas las consecuencias que está involucra...
Y sin querer salir de casa... la brisa de la aurora arrasó mi alma... de sólo pensar que algún día podría tener la ausencia de mis seres amados... no,no... tormento de paso... estorbado sólo por un vacío existencial...
Paso el tiempo sin poder entender este sentimiento...
pero poco a poco... aprendí a percibir mi vida... desde otra forma de mirar... aleje un poco al universo de mi alma... como si fuera una cajita especial... de aquellas que les das cuerda y su música empiezas a escuchar...
si lo aleje un poco de la mirada... para poderlo observar...
Y pude sentir la sensación del amor y la existencia de quienes me aman o me han amado...
De todo lo que he hecho en un ayer olvidado...
de todos mis esfuerzos de los que mis manos se han llenado...
Vi todas las sonrisas y canciones que el mundo ha aceptado...
Y mi vacío se convirtio en un vaso más lleno...
Ahora que conocí el vacío... ya no le temo... por que he comprendido que el vacío es la ausencia de nuestro amor propio, la ignorancia de lo que significamos como un ser completo dentro y parte de un universo tan gigante...
Y comprendes que el vacío es el inicio de una apertura para seguir a nuestro corazón... y sembrar algo diferente...
una causa para nuestros pasos, caminos y encuentros... un desapego de las emociones yertas...
...es el punto neutro donde se marca la diferencia...
el inicio de conocer al mundo desde una nueva forma de ver las cosas en todos los sentidos que la vida pueda aceptar...
Ahora... a pesar de que soy tan pequeña inmersa en este gran universo... mi siembra es la que marca la diferencia de mi vida...