Antes de definir a los conceptos universales, habría que referir a lo que se llamó la problemática de los universales. Empezó más o menos en el siglo Cuarto o Quinto después de Cristo y atravesó a toda la Filosofía Medieval. Las posturas en torno al tema reconocían antecedentes anteriores y la cuestión, por su importancia, de una forma u otra, incidirá también (aunque no se haga mención a ella en forma explícita), en la Filosofía posterior. Si no recuerdo mal, el que introduce la cuestión es Porfirio, en la época esa que te dije. El problema de los universales refiere, nada más y nada menos a la validez y existencia de los conceptos. La cuestión se formularía así: LOS CONCEPTOS QUE SE HALLAN EN NUESTRA MENTE, EXISTEN COMO REALIDAD EXTRAMENTAL (ES DECIR, FUERA DE LA MENTE). Y en todo caso: ¿dónde radica su fundamento? ¿Qué validez tienen y a cuantos casos alcanzan? Ante esto, básicamente tres escuelas intentaron dar respuesta a la cuestión: los realistas extremos, los nominalistas y los realistas moderados. Los realistas extremos postulaban que los universales tienen existencia REAL ante rem (antes de la cosa). Su planteo es similar a los de los platónicos y neoplatónicos, pero se hallan influidos por el cristianismo. Para ello los universales existen en la mente de Dios, como modelos de las cosas existentes en la realidad. Por eso tienen validez nuestros conceptos en tanto, en última instancia, refieren a las ideas en la mente de Dios. Exponentes del realismo extremo son los filósofos medievales influidos por el platonismo, como por ejemplo San Anselmo. En las antípodas se hallaban los nominalistas. Entre ellos encontramos a Roscelino de Compaigne y a otros pensadores, como por ejemplo Pedro Abelardo (aunque de éste último se suele decir que es inclasificable y a veces no se lo incluye dentro de los nominalistas). A los nominalistas se les llama también verbalistas. Para ellos no existen los universales, sino que existen los seres individuales. En una posición extremista Roscelino decía que los universales son flatus vocis, gases que escapan por la boca del hombre, lo cual denotaba que no existen en sí y por sí y que, si existen, es porque el hombre les ha dado nombre (de ahí que se hable de nominalismo) o bien los "crea" al hablar (de ahí que se los llame verbalistas). Para los nominalistas el universal existe post rem (después de la cosa). Existen sólo los particulares. Seres concretos y reales INDIVIDUALES. Por ejemplo: yo no veo a la bondad. Por lo tanto no existe. Sólo puedo ver seres buenos. Individuales, concretos. Y si son muchos, por vía de la generalización podré inferir que todos ellos tienen en común el ser bueno. Entonces el intelecto es el que "crea" el universal y así se traduce en el lenguaje, pues esto viene dado por nuestra necesidad gnoseológica y comunicacional. Necesitamos los conceptos generales para pensar, aunque no existan, y por ende, también los necesitamos para comunicar nuestros pensamientos. Los universales serían, entonces, una ficción del intelecto necesaria para que podamos entendernos. Por ejemplo: si no hubieramos creado la noción de "árbol" y la hubieramos incluido en el lenguaje, sería muy difícil hablar de los árboles que vemos. Aunque en última instancia, sólo existen los árboles y no el árbol. Por último en una posición intermedia, se encuentran los realistas moderados. Entre ellos podemos encontrar a San Alberto Magno y a Santo Tomás de Aquino (quien fuera alumno del primero). En estos pensadores predomina una posición más cercana al aristotelismo, y de hecho fueron dos de los que mayores contribuciones hicieron al acercamiento entre filosofía aristotélica y fe cristiana. Bueno, los realistas moderados comparten una característica con los realistas extremos y otra con los nominalistas. Por un lado, dan por cierto que existan los universales. Difieren en cambio, en DONDE existen los universales. Y coinciden con los nominalistas en afirmar que en la realidad, sólo existen los seres particulares. La diferencia, entonces, está dada por determinar donde existen los universales. A tal cuestión, los realistas moderados responderán diciendo que existen in re, vale decir, EN LA COSA. Esto es perfectamente coherente con el aristotelismo que subyace en su teoría del conocimiento y en su planteo metafísico (del cual depende esa gnoseología). En efecto, nuestro conocimiento comienza en los sentidos, los cuales captan al ser individual, concreto. Pero sin necesidad de buscar una multiplicidad de casos ni de ir a la mente de Dios (más allá de que en la mente de Dios puedan existir los universales), cuando nuestro intelecto abstrae las notas esenciales de los datos que los sentidos nos proporcionaron del ser real y concreto, se forma el concepto, el cual tiene validez universal (se aplica a todos los seres que puedan poseer la misma característica, aunque de hecho, nunca los hayamos visto. Ejemplo: si tenemos el concepto de árbol, aunque sólo hayamos visto uno, ese concepto es extensible a cualquier otro árbol, aunque no lo hayamos visto). En síntesis: los conceptos universales son aquellas palabras que poseemos en nuestro lenguaje y que se hallan, a su vez, en nuestra mente, cuyas propiedades esenciales resultan extensibles a un número indeterminado de individuos reales que comparten las mismas características (Ejemplo: árbol se extiende a todos los seres llamados árboles que comparten las características vegetal con raíz, tronco, ramas, etc. inherentes a esa idea de árbol). La diferencia estará dada por qué realidad o correspondencia con la realidad extramental le damos a esos conceptos que están en nuestra mente. Los realistas extremos considerarán que los universales tienen una existencia ontológica, que son anteriores a las cosas y fundamento de ellas (pues son ideas en la mente de Dios. Dios en base a la idea de árbol, creó a los árboles, por ejemplo). Los nominalistas pensarán que los universales sólo tienen existencia lógica (por vía de la generalización en base a la observación de casos individuales, crearemos el concepto y la palabra universal. El universal no existe como tal). Y los realistas moderados dirán que el universal tiene existencia ontológica y lógica (en la cosa y vía abstracción, en la mente del ser humano). Te sugiero consultar obras de Historia de la Filosofía o Diccionarios y ahí encontrarás una mejor explicación. Como para empezar, sería bueno el Diccionario de Filosofía de Ferrater Mora, o Historia de la Filosofía de Guillermo Fraile y Teófilo Urdanoz, o algún libro de Filosofía Medieval como el de Maurice Wolff. Espero haber podido ayudarte.