Pregunta:
por favor ayuda urgente o em muerooooooooo please xD?
your shadow
2007-04-09 20:20:34 UTC
nesecito 3 autores de la filosofia griega, 3 autores de la filososfia medieval,3 autores de la f. contemporanea y 3 autores de la filosofia moderna, y cada autor con sus planteamientos y sus biografias y si estan resumidas mejor...........
se los agradezco les dare el maximo puntaje por su buena respuesta.... gracias
Catorce respuestas:
Crisóstomo
2007-04-09 22:25:00 UTC
Pides mucho, necesitaría mucho espacio y mucho tiempo para responderte, así que lo haré de esta forma:



Filósofos antiguos: Sócrates, Platón, Aristóteles. Creían en que el mundo era racional y solo había que observar esta inteligencia de la naturaleza.



Filósofos modernos: La racionalidad pasa a ser interior no está en las cosas, sino que es el sujeto quien se la pone a las cosas. Descartes, Hume, Kant.



Filósofos contemporáneos: Después de las guerras mundiales se observa que el progreso y la fé en la ciencia que ha propugnado en la modernidad nos llevó al desastre: Heidegger, Deleuze, Derrida, Foucault, Adorno, Benjamin.



Me olvidé de la medieval: Avicena, San Agustín, Santo Tomás. Discuten sobre una interpretación platónica o aristotélica de la fé.
poupee
2007-04-09 20:30:06 UTC
filosofia griega:



http://www.filosofia.net/materiales/rec/griega.htm



filosofia medieval:



http://www.webdianoia.com/his_fil/medieval.htm



filosofia contemporanea:



http://www.webdianoia.com/his_fil/contempo.htm





fijate q hay un breve resumen de cada una de ellas y estan los autores de acuerdo a la filosofia que pedis



ojala te sirva, era mucho para copiar aca asi que te pase las paginas



suerte!
?
2017-03-09 08:35:52 UTC
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anonymous
2016-12-20 15:12:29 UTC
te parece p.c.. motivo andar ligando con una chavita y con su mama, y aparte kerer llevarte l. a. chavita abarcelona, l. a. chavita ya te avia dicho ke l. a. dejaras en paz y aun asi l. a. seguias ostigando no crees ke tu te lo buscaste???
McA
2007-04-09 20:49:47 UTC
FILOSOFÍA GRIEGA



Sócrates



Fecha de nacimiento:





469 adC

Atenas



Fecha de su muerte:





399 adC

Atenas



Ocupación:





Filósofo



Datos históricos:





Considerado uno de los más grandes filósofos de la historia



Influenció a:





Platón y Aristóteles, entre otros



Obra más importante:





No escribió nada. Conocemos su filosofía a través de las obras de Platón,Aristófanes y Jenofonte.



Platón (en griego Πλάτων) (ca. 427 adC/428 adC – 347 adC) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia nobilísima y de la más alta aristocracia. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Durante su juventud luchó como soldado en las guerras del Peloponeso de las cuales Atenas salió derrotada, y el poder y la economía que ostentaba sobre el mundo griego cayó en las manos de Esparta. Entre sus obras más importantes se cuentan los diálogos La República (en griego Πολιτεια, politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmología racional influida por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.



Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó extensivamente en la enseñanza en la Academia y escribió sobre muy diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política, ética, metafísica y epistemología. Las obras más famosas de Platón fueron sus diálogos. Si bien varios epigramas y cartas también han sobrevivido. Se cree que todos los diálogos de Platón que se conocen son auténticos.



Los diálogos de Platón tienen mucha vitalidad y frecuentemente incluyen humor e ironía. Se considera que Platón es el filósofo más ameno de todos.



A Sócrates lo menciona frecuentemente en los diálogos. Cuánto del contenido y de los argumentos es obra de Sócrates o de Platón, es difícil decir, por cuanto Sócrates no dejó evidencia escrita de sus enseñanzas; esta ambigüedad es la que se conoce como el “problema socrático”. No hay duda, sin embargo, que Platón fue influido profundamente por las enseñanzas de Sócrates; de hecho sus primeras ideas y ensayos lucen como adaptaciones de las de Sócrates.



Biografía



Platón, que realmente se llamaba Aristocles Podros, y cuyo seudónimo Platón significa el de los hombros anchos, era hijo de una familia que pertenecía a la aristocracia ateniense, concretamente a la familia denominada Glaucón. Su padre se llamaba Aristón y su madre Perictione. Durante su juventud vivió las consecuencias de la guerra del Peloponeso. A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el cual produjo un gran cambio en sus orientaciones filosóficas. Tras la muerte de Sócrates en el 399 adC, Platón se refugió en Megara durante un breve espacio de tiempo, donde comenzó a escribir sus diálogos filosóficos.

Sus conocimientos y habilidades eran tales que los griegos lo consideraron como hijo de Apolo y decían que en su infancia las abejas habían anidado en sus labios como profecía de las palabras melosas que salían de ellos.

Platón fue discípulo de Sócrates en su juventud y de acuerdo a sus propias palabras, estuvo presente durante su juicio, pero no en su ejecución. El trato que Atenas dio a Sócrates afectó profundamente a Platón y mucho de sus primeros trabajos registran la memoria de su maestro. Se dice que muchos de sus escritos sobre la ética estaban dirigidos a evitar que injusticias como la sufrida por Sócrates volvieran a ocurrir. Después de la muerte de Sócrates, Platón viajó extensamente por Italia, Sicilia, Egipto y Cirene en busca de conocimientos.

En el 396 adC emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e Italia. En Cirene conoció a Aristipo y al matemático Teodoro. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquites de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides.

En el 388 adC viajó a Sicilia y en Siracusa, donde quiso influir en la política de Dionisio I y aprendió mucho de las formas de gobierno que plasmaría después en La República (en griego politeia que significa ciudadanía o forma de gobierno). Sus manifestaciones políticas, que en algunos casos eran irreverentes con la clase dominante, lo llevaron a prisión. Anníceris de Círene reconoció a Platón en la venta de esclavos y le compró para devolverle la libertad.

En el 361 adC, tras recobrar su libertad, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, donde fundó un centro especializado en la actividad filosófica y cultural, al cual llamó Academia. El nombre procede de que en dicha finca existía un templo dedicado al antiguo héroe llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente hasta su clausura por Justiniano I en el 529 dC, pues veía en esta una amenaza para la propagación del cristianismo. Muchos filósofos e intelectuales estudiaron en esta academia, incluyendo a Aristóteles.

Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica se hacen eco en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto de Platón acerca del alma.

Platón murió en el 347 adC, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal.



Obra

La obra de Platón está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas:

Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud. Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología de Sócrates, Critón, Protágoras, Cármides, Laques y Eutifrón.

Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la Reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Crátilo, Menéxeno, Eutidemo, Hipias Menor e Hipias Mayor.

Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la Reminiscencia. Igualmente se trata de distintos mitos. Destacan: El Banquete, Fedón, La República y Fedro.

Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo y Leyes.

Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, Parménides o Gorgias, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además, que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro.

En la actualidad se cree que Platón escribió cuarenta y dos diálogos, recopilados por sus discípulos y otros escritores contemporáneos (que también escribieron sobre él). Además de los diálogos, se conservan algunas cartas que Platón supuestamente escribió en sus años de vejez. Si bien el carácter de algunas de ellas es apócrifo, otras, como la Carta Séptima, son consideradas auténticas y resultan muy importantes para reconstruir parte de la vida y el pensamiento ulterior de Platón.

Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. En ella se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes, y participan de otros entes, perfectos y autónomos (Ideas) de carácter ontológico muy superior y de los cuales son pálida copia, que no son perceptibles mediante los sentidos. Cada Idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre mito de la caverna, en La República. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se considera engañoso.

Es importante resaltar que la dicotomía entre un mundo inteligible y otro mundo sensible es más bien un recurso pedagógico que suele usarse para ilustrar la diferencia ontológica entre los entes inteligibles y los sensibles. En el Timeo menciona también lo que ahora conocemos como los sólidos platónicos.



Temas

A diferencia de Sócrates, Platón escribió profusamente acerca de sus puntos de vista filosóficos, dejando un considerable número de manuscritos.

En las escrituras de Platón se pueden ver conceptos acerca de la mejor forma de gobierno, incluyendo la aristocracia, democracia y monarquía. Un tema central de su obra es el conflicto entre la naturaleza y las creencias de la época concernientes al rol de la herencia y del medio ambiente en el desarrollo de la personalidad y la inteligencia del hombre mucho antes que el debate sobre la naturaleza y la crianza del Hombre comenzara en la época de Thomas Hobbes y John Locke.

Otro tema que trató Platón profusamente fue la dicotomía entre el saber y la opinión, que anticipaba los debates más modernos entre empirismo y racionalismo, y que posteriormente trataron los post-modernistas y su oponentes al argüir sobre la distinción entre objetivo y subjetivo.

Por otra parte, la historia de la ciudad y la isla (o quizá península o delta de un gran río, del griego nēsos,νησος) perdida de la Atlántida nos llegó como una «Historia Verdadera» a través de sus obras Timeo y Critias, pues el mismo Platón usa la expresión griega «Alêthinon Logon», que en aquellos tiempos se usaba para denominar a una «historia que era verdadera», y como tal es traducida en todas las versiones latinas de dichos diálogos, o sea, "veram historiam", en franca contraposición al mito (gri. Mithos) o cuento fabulado.



Formas y bases

Platón escribió principalmente en forma de diálogo. En sus primeros diálogos, diferentes caracteres discuten un tópico haciendo preguntas el uno al otro. Sócrates figura prominentemente de aquí que se denominen como "Diálogos Socráticos".

La naturaleza de estos diálogos cambió sustancialmente en el curso de la vida de Platón. Es reconocido generalmente que las primeras obras de Platón estaban basadas en el pensamiento de Sócrates, mientras que las posteriores se van alejando de las ideas de su antiguo maestro. En los últimos diálogos, que más bien tienen la forma de tratados, Sócrates está callado o ausente, mientras que en los inmediatamente anteriores es la figura principal y los interlocutores se limitan a responder “sí”, “por supuesto” y “muy cierto”. Se asume que si bien los primeros diálogos están basados en conversaciones reales con Sócrates, los subsecuentes son totalmente la obra e ideas de Platón.

La ostensible puesta en escena de un diálogo distancia a Platón de sus lectores de la filosofía que se está discutiendo; uno puede elegir dos opciones de percepción; una es participar en el diálogo y las ideas que se discuten o simplemente leer las respuestas de las personalidades que intervienen en el diálogo.

El formato del diálogo le permitió a Platón expresar opiniones impopulares en la boca de caracteres antipáticos, tal como es Thraysymachus en La República.



Metafísica

Se ha interpretado tradicionalmente el Platonismo como una forma de dualismo metafísico, a veces referido como Realismo Platónico o Exagerado. De acuerdo a esto, la metafísica de Platón divide al mundo en dos distintos aspectos; el mundo inteligible —el mundo del auténtico ser—, y el mundo que vemos alrededor nuestro en forma perceptiva —el mundo de la mera apariencia—. El mundo perceptivo consiste en una copia de las formas inteligibles o Ideas. Estas formas no cambian y sólo son comprensibles a través del intelecto o entendimiento – es decir, la capacidad de pensar las cosas abstrayéndolas de como se nos dan a los sentidos. En los Libros VI y VII de la República, Platón utiliza diversas metáforas para explicar sus ideas metafísicas y epistemológicas:las metáforas del sol, la muy conocida "alegoría de la caverna" y ,la más explícita, la de la línea dividida.

En su conjunto, estas metáforas transmiten teorías complejas y difíciles; está, por ejemplo, la Idea del Bien, a la que tiene como principio de todo ser y de todo conocer. La Idea del Bien realiza esto en la manera similar que el sol emana luz y permite la visión de las cosas y la generación de éstas en el mundo perceptivo (ver la alegoría del sol).

En el mundo perceptivo, las cosas que vemos a nuestro alrededor no son sino una ligera resemblanza con las formas más reales y fundamentales que representa el mundo inteligible de Platón. Es como si viéramos una sombra de las cosas, sin ver las cosas mismas; estas sombras son una representación de la realidad, pero no la realidad misma (ver la alegoría de la cueva en "La República", libro VII).

A pesar de muchas críticas sobre su supuesto 'dualismo', Platón se refiere a un único universo. A modo pedagógico desdobla el universo en dos y, como quien saca una foto de un paisaje, describe una realidad compleja en dos dimensiones: su línea donde asienta la parte del universo que el ser humano puede percibir por los sentidos y la parte del universo que actúa como causa del anterior y que el ser humano puede aprehender por medio de la hipótesis de la hipótesis superior. Así, quien mira el paisaje se dará cuenta que es imposible que el paisaje 'sea' meramente lo que la fotografía muestra.

En el primer segmento de esta línea asienta los objetos que son perceptibles por los sentidos y a la vez los divide en dos clases y refiere para cada tipo de objeto una forma (u operación) en que el alma conoce estos objetos. La primera son las imágenes o sombras que se desprenden de los objetos físicos imágenes de las que se puede obtener un conocimiento casi nulo, por tanto, el ser humano imagina qué pueden ser estas sombras. En la segunda división de este primer segmento asienta a los objetos físicos que tienen una doble papel, son generados por lo que llamará seres inteligibles inferiores y superiores a la vez que con otros elementos (i.e. la luz) generan las sombras. A estos corresponde la operación de la creencia porque al estar en constante cambio por estar sujetos al tiempo y al espacio nunca 'son'.

En el segundo segmento de la línea Platón asienta los objetos que sin poderse percibir por los sentidos son percibidos por el alma y son los generadores de los que se encontraban en el primer segmento de la línea y también la divide en dos. En la primera parte de este segudo segmento asienta los seres inteligibles inferiores, los principios matemáticos y geométricos. Estos entes todavía guardan algún tipo de relación con la parte del universo sensible porque se los puede representar (i.e. un cuadrado, el número 4, lo impar respecto de lo par, etc.); la operación que realiza el alma para aprehender estos conceptos es el entendimiento. En la última parte, asienta los seres inteligibles superiores, aquellas ideas que solo pueden ser definidas por otras y que de ninguna manera pueden ser representadas para la percepción sensorial (i.e. la justicia, la virtud, el valor, etc.); para comprenderlos el alma se dispone hacia ellos utilizando la inteligencia.

Así para la primera sección Platón entendió que la imaginación y la creencia, es decir, la mera descripción de lo que se percibe, puede dar como resultado una opinión. Sin embargo el entendimiento y la inteligencia son para Platón aquellas operaciones de las que se obtiene el conocimiento.

La metafísica de Platón, y particularmente el dualismo entre lo inteligible y lo perceptivo, inspiró posteriormente a los pensadores Neoplatónicos, tales como Plotinus y Gnostis, y a otros realistas metafísicos.

Si bien las interpretaciones de las escrituras de Platón (particularmente la "República") han tenido una inmensa popularidad en la larga historia de la filosofía occidental, también es posible interpretar sus ideas en una forma más conservadora que favorece la lectura desde un punto de vista epistemológico más que metafísico como sería el caso de la metáfora de la Cueva y la Línea Dividida (ahora bien, también hay autores importantes que hablan de la necesidad de realizar una interpretación fenomenológica sobre Platón para lograr ver al autor más allá de las capas históricas que lo incubren debido a sus otras interpretaciones menos afortunadas). Existen obvios paralelos entre la alegoría de la Cueva y la vida del maestro de Platón, Sócrates, quien fue ejecutado en su intención de abrir los ojos a los atenienses. Este ejemplo revela la dramática complejidad que frecuentemente se encuentra bajo la superficie de los escritos de Platón (no hay que olvidar que en la República, quien narra la historia es Sócrates).





Epistemología

Las opiniones de Platón también tuvieron mucha influencia en la naturaleza del conocimiento y la enseñanza las cuales propuso en el Menón, el cual comienza con la pregunta acerca de si la virtud puede ser enseñada y procede a exponer los conceptos de la memoria y el aprendizaje como un descubrimiento de conocimientos previos y opiniones correctas que son correctas pero no tienen una clara justificación.

Platón afirmaba que el conocimiento estaba basado esencialmente en creencias verdaderas justificadas; una creencia influyente que llevó al desarrollo más adelante de la epistemología. En el Theaetetus, Platón distingue entre la creencia y el conocimiento por medio de la justificación. Muchos años después. Edmund Gettier demostraría los problemas de las creencias verdaderas justificadas en el contexto del conocimiento.



El Estado

Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones sociales, particularmente en cuanto al estado o gobierno ideal. Hay discrepancias entre sus ideas iniciales y las que expuso posteriormente. Algunas de sus más famosa doctrinas están expuestas en la República.

Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases la cual respondía a una estructura según el apetito, espíritu y razón del alma de cada individuo:

Productores – Los trabajadores correspondían a la parte de “apetito” del alma.

Protectores – Los guerreros aventureros, fuertes, valientes y que formaban el “espíritu” del alma.

Gobernantes – Aquellos que eran inteligentes, racionales, apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos formaban la “razón” del alma.

De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de gobernar. En lugar de retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría son las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u oligarquía. Como Platón decía:

Hasta que los filósofos gobiernen como reyes o, aquellos que ahora son llamados reyes y los dirigentes o líderes, puedan filosofar debidamente, es decir, hasta tanto el poder político y el filosófico concuerden, mientras que las diferentes naturalezas busquen solo uno solo de estos poderes exclusivamente, las ciudades no tendrán paz, ni tampoco la raza humana en general.

Platón describe a estos “reyes filósofos” como aquellos que “aman ver la verdad esté donde esté con los medios que se disponen” y soporta su idea con la analogía de un capitán y su navío o un médico y su medicina. Navegar y curar no son prácticas que todo el mundo esté calificado para hacerlas por naturaleza. Gran parte de La República está dedicada a indicar el proceso educacional necesario para producir estos “filósofos reyes”.

Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se describe en La República la califica Sócrates como una ciudad ideal, la cual se examina para determinar la forma como la injusticia y la justicia se desarrollan en una ciudad. De acuerdo a Sócrates, la ciudad “verdadera” y “sana” es la que se describe en el libro II de La República, que contiene trabajadores, pero no tiene los reyes-filósofos, ni poetas ni guerreros.



Aristófanes (en griego Ἀριστοφάνης) fue un dramaturgo griego que nació y murió en Atenas sobre el 444 adC y el 385 adC respectivamente.









Biografía

Vivió durante la Guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su consecuente derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV.

Leyendo a Aristófanes nos hacemos una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Aténas de aquella época.



Obra

Desde su juventud escribió comedias. Se conservan once obras suyas, desarrolladas con una estructura definida en la que alternan el diálogo y el canto:

Los acarnienses, 425 adC

Los caballeros, 424 adC

Las nubes, 423 adC. Una sátira contra los sofistas, entre los que incluye a Sócrates.

Las avispas, 422 adC

La paz, 421 adC

Las aves, 414 adC. Una sátira del imperialismo ateniense.

Lisístrata, 411 adC

Las Tesmoforias, 411 adC

Las ranas, 405 adC

Las asambleístas, 392 adC

Pluto, 388 adC

Aristófanes presenta su primera comedia a un certamen siendo tan joven que no la puede hacer con su nombre por no estar permitido. Esta pieza se presenta en el 427 y fue llamada, “Los Convidados”, hoy desaparecida.



FILOSOFÍA MEDIEVAL.





San Agustín (354 – 430).



Es una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica, toda la dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan la marca inconfundible que les imprimió. Más aun: el espíritu cristiano y el de la modernidad están influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas.



a. Verdad



b. Dios



Tesis filosóficas de San Agustín: c. Creación.



d. Alma.



e. El Bien.



f. La Ciudad de Dios.





Verdad: en encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.





Dios: el mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.





Creación: este concepto no es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría de la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos espaciales y temporales.





Alma: lo que San Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma tenía para él especial interés. "A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No obstante, para San Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así, seguirá pensándose, aun después de que en la alta edad media prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.





El Bien: cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él otra cosa más que la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los platónicos, también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a este orden eterno.





La Ciudad de Dios: siempre tendrá lugar en la historia del mundo la lucha entre la luz y las tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible, entre lo devino y lo antidivino. En su gran obra la Ciudad de Dios San Agustín





Escoto Eriúgena, Juan (c. 815-c. 877).



Es el creador del primer gran sistema filosófico de la edad media. Al parecer era descendiente de escoceses pero, como ya se ha dicho, debió nacer en Irlanda como así lo indica el uso del seudónimo Johannes Ierugena o Eriúgena (que quiere decir "nacido en Irlanda"). En torno al 847 Carlos I, rey de Francia, le nombra supervisor de la escuela de la corte y le encarga que traduzca al latín las obras del neoplatónico Dionisio el Areopagita. Eriúgena, que no quiso someter sus obras al control de la censura, entró en conflicto con el papa Nicolás I. El rey Carlos le prestó su apoyo, aunque tuvo que vivir recluido en la corte hasta la muerte del monarca en 877. Los concilios de Valence (855), Langres (859) y Vercelli (1050) condenaron el tratado De Divina Praedestinatione (Sobre la predestinación divina, 851), que defiende la creencia de Hincmar, arzobispo de Reims, sobre el destino final de los individuos en el sentido de que éste no depende de Dios de una forma absoluta, ya que la voluntad también tiene algo que decir sobre la salvación o la condenación. Por otra parte, Eriúgena afirma también en sus escritos que no existe nada semejante a la condenación como se cree conforme a la tradición. Todos los seres humanos, afirma, se transformarán por igual en espíritus puros.



En su panteística obra De Divisione Naturae (Sobre la división de la Naturaleza, 865-870), rechaza la creencia cristiana de que el universo fuera creado de la nada. Sostiene más bien que el mundo del espacio y del tiempo es una manifestación de las ideas presentes en el pensamiento de Dios y describe a este dios como el punto más alto de toda la evolución. Eriúgena afirma también que la razón no necesita ser sancionada por la autoridad; más bien al contrario, la razón es en sí misma la base de la autoridad. La obra De Divisione Naturae fue condenada en 1225, en el concilio de Sens, y el papa Honorio III ordenó que se quemara.



Suele creerse que Eriúgena escribió también una obra en la que negaba la presencia de Cristo en la Eucaristía. Aunque algunos de los puntos de vista de Eriúgena pueden considerarse heréticos, es respetado sin embargo por el alcance de su obra y lo más frecuente es que se le considere como uno de los primeros representantes del escolasticismo.





San Anselmo de Cantorbery (c. 1033-1109).



Teólogo, filósofo y Doctor de la Iglesia, que propuso una teoría sobre la existencia de Dios que todavía hoy se sigue debatiendo.



Nació en Aosta (norte de Italia) en el seno de una familia acomodada. En 1060 ingresó en el monasterio benedictino de Bec (Normandía), donde era abad el religioso y erudito Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo de Canterbury por el rey de Inglaterra Guillermo I el Conquistador, Anselmo le sustituyó al frente del monasterio. Durante estos años alcanzó un gran prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le animaron a que pusiera por escrito las meditaciones en que basaba sus enseñanzas. De esta manera redactó Monologium (1077), en el que, reflejando la influencia de san Agustín de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo e investigaba sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo su obra, continuó con su proyecto de comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo Proslogium (1078), donde presentaba lo que en el siglo XVIII llegó a conocerse como el argumento ontológico de la existencia de Dios. Sostenía que incluso quienes dudaban de la existencia de Dios habrían de observar cierta comprensión sobre lo que dudaban: es decir, comprenderían a Dios como un ser del que no se puede pensar algo más grande. Puesto que es más grande existir fuera de la mente que sólo en la mente, un escéptico que negara la existencia de Dios estaría incurriendo en una contradicción, ya que estaría afirmando que es posible pensar en algo más grande que en un ser del que nada más grande se puede pensar. De aquí que, por definición, Dios existe.



La crítica básica al argumento de san Anselmo es que no se puede deducir la existencia fuera de la mente de nada, analizando su definición. Ya en su época, el monje Gaunilón de Marmoutier puso objeciones a su razonamiento, como más tarde lo harían santo Tomás de Aquino e Immanuel Kant. Sin embargo, René Descartes, Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz y algunos pensadores contemporáneos han emitido razonamientos similares.



En 1093, Anselmo fue llamado para suceder a Lanfranco como arzobispo de Canterbury. Desde esta dignidad participó en una época de grandes conflictos con Guillermo II el Rojo, sucesor de Guillermo I el Conquistador en el trono de Inglaterra, sobre la independencia de la Iglesia del poder regio. Tanto durante su estancia en Inglaterra como en su posterior exilio italiano, san Anselmo estuvo siempre enfrentado con los poderes seculares. A pesar de ello, continuó sus reflexiones teológicas, escribiendo Cur Deus Homo, un estudio sobre la encarnación y crucifixión de Jesucristo como una forma de expiación del pecado.



En 1100, cuando Enrique I heredó la corona inglesa, Anselmo regresó a Canterbury, siendo posteriormente desterrado, de nuevo, por sus continuas controversias con el Rey. Hasta 1106 no regresó a Canterbury, donde vivió hasta el día de su fallecimiento, ocurrido el 2 de abril de 1109. Fue canonizado en 1163 y declarado Doctor de la Iglesia en 1720. Su festividad se celebra el 21 de abril.





Abelardo, Pedro (1079-c. 1142).



Filósofo y teólogo francés, cuya fama como profesor le convirtió en una de las figuras más célebres del siglo XII. Nació en Le Pallet (Bretaña) y dejó su hogar para estudiar en Loches con el filósofo nominalista francés Roscelino y más tarde en París con el filósofo realista francés Guillermo de Champeaux. Crítico de sus maestros, Abelardo comenzó a enseñar en Melun, en Corbeil y en 1108, en París. Pronto adquirió fama por toda Europa como profesor y pensador original. En 1117 se convirtió en tutor de Eloísa, sobrina de Fulbert, canónigo de la catedral de Notre Dame en París.



Eloísa y Abelardo se enamoraron, y ella dio a luz un hijo a quien llamaron Astrolabio. Ante la insistencia de Abelardo se casaron en secreto y convenció a Eloísa para tomar los votos sagrados en la abadía benedictina de Saint-Argenteuil. Su tío Fulbert, al principio enfurecido por la relación entre los dos y después algo aplacado por su matrimonio, decidió, no obstante, que Abelardo tenía que abandonar a Eloísa en la abadía y castrarse. La pareja se separó entonces: Eloísa entró en una orden de religiosas, mientras Abelardo se recogió en la abadía de Saint-Denis-en-France, en París.



La primera obra publicada de Abelardo, un tratado sobre la Trinidad (1121), fue condenada y quemada por un concilio católico que se reunió en Soissons en ese mismo año. Obligado a dejar Saint-Denis-en-France, Abelardo fundó una capilla y un oratorio, llamado la Paraclete, en Nogent-sur-Seine. En 1125 fue elegido abad del monasterio de Saint-Gildas-de-Rhuis, donde escribió su autobiográfica Historia Calamitatum (Historia de mis desventuras, 1132). En esa época comenzó la famosa relación epistolar con Eloísa, cartas que han llegado a ser clásicos de la correspondencia romántica. En 1140 san Bernardo de Claraval, eminente religioso francés quien consideraba que los métodos dialécticos de Abelardo eran peligrosos y poco respetuosos con los dogmas de la fe, convenció al concilio católico reunido en Sens, y al papa Inocencio II, de condenarlo por sus escritos y enseñanzas racionalistas y escépticas. En su camino a Roma para apelar contra la condena, aceptó la hospitalidad de Pedro el Venerable, abad de Cluny, y permaneció allí durante meses. Abelardo murió en un priorato cluniaciense cerca de Chalon-sur-Saône. Su cuerpo fue llevado a la Paraclete; cuando Eloísa murió en 1164 fue enterrada junto a él. En 1817 ambos cuerpos fueron trasladados a una tumba común en el cementerio de Père Lachaise, en París.



El atractivo romántico de la vida de Abelardo a menudo oscurece la importancia de su pensamiento. Fue, sin embargo, uno de los pensadores más destacados de la edad media. En el énfasis que puso en la discusión dialéctica, Abelardo seguía al filósofo y teólogo del siglo IX Juan Escoto Eriúgena , y precedía al filósofo escolástico italiano santo Tomás de Aquino. La principal tesis dialéctica de Abelardo es que la verdad debe alcanzarse sopesando con rigor todos los aspectos de una cuestión y se presentó en Sic et Non (Así y de otra forma, c. 1123). También se anticipó a la posterior dependencia teológica de la obra de Aristóteles, más que de la de Platón.



Abelardo reaccionó con fuerza contra las teorías del realismo extremo, negando que los conceptos universales tengan existencia independiente fuera de la mente. Según Abelardo, 'universal' es una palabra funcional que expresa la imagen combinada de esas asociaciones comunes de palabras dentro de la mente. Esta posición no es nominalista, porque Abelardo subraya que las asociaciones de las cuales está formada la imagen y a las que se da un nombre universal tienen una cierta semejanza o naturaleza común. Su teoría es un paso definitivo hacia el realismo moderado de Aquino, pero carece de una explicación del proceso por el que se forman las ideas. En la evolución de la ética, la mayor contribución de Abelardo fue sostener que un acto debe ser juzgado por la intención que guía a quien lo realiza.



Además de las obras mencionadas, Abelardo escribió muchos libros en latín sobre ética, teología y dialéctica, así como poesía e himnos religiosos.



FILOSOFÍA CONTEMPORANEA.



Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.



Nacido en Königsberg (ahora, Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias primero de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.



Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra en la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg. Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa. Murió el 12 de febrero de 1804.



Filosofía de Kant



La piedra angular de la filosofía de Kant, a veces llamada filosofía crítica, está recogida en su Crítica de la razón pura (1781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Al igual que los primeros filósofos, Kant diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto, como en la afirmación 'las casas negras son casas'. La verdad de este tipo de proposiciones es evidente, porque afirmar lo contrario supondría plantear una proposición contradictoria. Tales proposiciones son llamadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro, como en la expresión 'la casa es negra'. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.



Las proposiciones, según Kant, pueden ser divididas también en otros dos tipos: empírica, o a posteriori, y a priori. Las proposiciones empíricas dependen tan sólo de la percepción, pero las proposiciones a priori tienen una validez esencial y no se basan en tal percepción. La diferencia entre estos dos tipos de proposiciones puede ser ilustrada por la empírica 'la casa es negra' y la a priori 'dos más dos son cuatro'. La tesis de Kant en la Crítica consiste en que resulta posible formular juicios sintéticos a priori. Esta posición filosófica es conocida como transcendentalismo. Al explicar cómo es posible este tipo de juicios, Kant consideraba los objetos del mundo material como incognoscibles en esencia; desde el punto de vista de la razón, sirven tan sólo como materia pura a partir de la cual se nutren las sensaciones. Los objetos, en sí mismos, no tienen existencia, y el espacio y el tiempo pertenecen a la realidad sólo como parte de la mente, como intuiciones con las que las percepciones son medidas y valoradas.



Además de estas intuiciones, Kant afirmó que un número de conceptos a priori, llamados categorías, también existen. Dividió las categorías en cuatro grupos: los relativos a la cantidad, que son unidad, pluralidad y totalidad; los relacionados con la cualidad, que son realidad, negación y limitación; los que conciernen a la relación, que son sustancia-y-accidente, causa-y-efecto y reciprocidad; y los que tienen que ver con la modalidad, que son posibilidad, existencia y necesidad. Las intuiciones y las categorías se pueden emplear para hacer juicios sobre experiencias y percepciones, pero, según Kant, no pueden emplearse para que se apliquen sobre ideas abstractas o conceptos cruciales como libertad y existencia sin que lleven a inconsecuencias en la forma de binomios de proposiciones contradictorias, o antinomias, en las que ambos elementos de cada par pueden ser probados como verdad.



En la Metafísica de la ética (1797) Kant describe su sistema ético, basado en la idea de que la razón es la autoridad última de la moral. Afirmaba en sus páginas que los actos de cualquier clase han de ser emprendidos desde un sentido del deber que dictase la razón, y que ningún acto realizado por conveniencia o sólo por obediencia a la ley o costumbre puede considerarse como moral. Kant describió dos tipos de órdenes dadas por la razón: el imperativo hipotético que dispone un curso dado de acción para lograr un fin específico; y el imperativo categórico que dicta una trayectoria de actuación que debe ser seguida por su exactitud y necesidad. El imperativo categórico es la base de la moral y fue resumido por Kant en estas palabras claves: "Actúa de forma que la máxima de tu conducta pueda ser siempre un principio de Ley natural y universal".



Las ideas éticas de Kant son el resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo, como manifestó en su Crítica de la razón práctica (1788). No consideraba esta libertad como la libertad no sometida a las leyes, como en la anarquía, sino más bien como la libertad del gobierno de sí mismo, la libertad para obedecer en conciencia las leyes del universo como se revelan por la razón. Creía que el bienestar de cada individuo sería considerado, en sentido estricto, como un fin en sí mismo y que el mundo progresaba hacia una sociedad ideal donde la razón "obligaría a todo legislador a crear sus leyes de tal manera que pudieran haber nacido de la voluntad única de un pueblo entero, y a considerar todo sujeto, en la medida en que desea ser un ciudadano, partiendo del principio de si ha estado de acuerdo con esta voluntad". En su tratado La paz perpetua (1795) Kant aboga por el establecimiento de una federación mundial de Estados republicanos.



Kant ha tenido mayor influencia que ningún otro filósofo de la era moderna. La filosofía kantiana, y en especial como la desarrolló el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, estableció los cimientos sobre los que se edificó la estructura básica del pensamiento de Karl Marx. El método dialéctico, utilizado tanto por Hegel como por Karl Marx, fue un desarrollo del método de razonamiento articulado por antinomias que Kant aplicó. El filósofo alemán Johann Fichte, alumno de Kant, rechazó la división del mundo de su maestro en partes objetivas y subjetivas y elaboró una filosofía idealista que también influyó de una forma notable en los socialistas del siglo XIX. Uno de los sucesores de Kant en la Universidad de Königsberg, Johann Friedrich Herbart, incorporó algunas de las ideas kantianas a sus sistemas de pedagogía.



Además de sus trabajos sobre filosofía, Kant escribió numerosos tratados sobre diversas materias científicas, sobre todo del área de la geografía física. Su obra más importante en este campo fue Historia universal de la naturaleza y teoría del cielo (1755), en la que anticipaba la hipótesis de la formación del universo a partir de una nebulosa originaria, hipótesis que fue más tarde desarrollada por Pierre de Laplace.



Entre otros escritos de Kant figuran Prolegómenos a toda metafísica futura (1783), Principios metafísicos de la filosofía natural (1786), Crítica del juicio (1790) y La religión dentro de los límites de la razón pura (1793).



John Stuart Mill



(Londres, 20 de mayo de 1806 — Aviñón, Francia 8 de mayo de 1873) Filósofo, político y economista inglés representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, planteamiento ético propuesto por su padrino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundido con profusión por Stuart Mill .



John Stuart Mill nació en Pentonville (Londres). Fue el mayor de los hijos del filósofo e historiador escocés James Mill. Mill fue educado por su padre, con el consejo y la ayuda de Jeremy Bentham y Francis Place. Le dieron una educación extremadamente rigurosa y fue deliberadamente apartado de los chicos de su misma edad. Su padre, un seguidor de Bentham y un adherente del asociacionismo, tenía como objetivo explícito el crear un genio intelectual que pudiera continuar la causa del utilitarismo y su puesta en práctica tras la muerte de Bentham y la suya propia.



Un libro fundamental sobre el concepto de libertad fue Sobre la libertad, acerca de la naturaleza y los límites del poder que puede ser legítimamente ejercido por la sociedad sobre el individuo. Un argumento que Mill desarrolló más que cualquier otro filósofo previo fue el Principio de indemnidad, esto es, que toda persona debería ser libre para comprometerse a realizar las conductas que desee siempre y cuando no dañe a los demás.



Mill habla solamente de la libertad negativa en Sobre la libertad, un concepto formado y bautizado por Isaiah Berlin (1909-1997). Isaiah Berlin sugiere que la libertad negativa es la ausencia o carencia de impedimentos, obstáculos o coerción. Esto contrasta con su otra idea de libertad positiva, la capacidad de comportarse, y la presencia de condiciones para ejercer tal libertad: sea mediante recursos materiales, cierto nivel de ilustración o la oportunidad para la participación política.



El liberalismo político de Mill puede ser considerado un corolario, a veces problemático, de su utilitarismo ético. Igual que este último tiene su fundamento en la experiencia, no en una naturaleza humana abstracta y universal. En efecto, para Mill, la libertad política no es un derecho natural propio de la condición humana como tal. Se trata de un derecho de las sociedades civilizadas que podría ser razonablemente negado en las primitivas. La libertad encuentra su fundamento en el principio de máxima felicidad, pues, en sociedades desarrolladas, la felicidad se realiza en la individualidad y ésta sólo se alcanza a través de la libertad. Así, pues, la libertad del individuo, necesaria para su felicidad, ha de ser preservada ante el poder del estado y sólo debe presentar dos restricciones: no interferir en la libertad de los demás y no incitar a otros al delito.



Así, Mill razonó que el papel del Gobierno es solamente eliminar barreras, tales como leyes, a los comportamientos que no dañen a otros. Crucialmente, sintió que la ofensa no constituía daño, y por tanto apoyó la casi total libertad de expresión, limitándola solo en casos donde la libertad de expresión condujera a un daño directo. Por ejemplo, en su sistema, no se defendería el proferir una incitación airada para atacar a alguien. Mill argumentó que la libertad de expresión era vital para asegurar el progreso, que no podríamos estar seguros nunca de que una opinión silenciada no contenía una parte de verdad. Ingeniosamente, también razonó que incluso las opiniones falsas tienen valor, puesto que refutando las opiniones falsas, los partidarios de las opiniones verdaderas aumentan su confianza en las mismas. Sin la necesidad de defender nuestras creencias, precisó Mill, estas morirían y olvidaríamos por qué las abrazábamos. Esto es, según él, lo que le ocurrió a la Cristiandad.



El individuo condiciona, pues, el poder político. En primer lugar, porque su derecho a la libertad limita el alcance de ese poder. Pero, además, el individuo ha de tener, según Mill, importantes derechos en relación con la constitución del poder político, no sólo con sus límites. Mill considera que la democracia es la mejor forma de gobierno posible porque es el régimen en el que el individuo puede protegerse mejor a sí mismo y porque una constitución democrática favorece más que cualquier otra el temperamento activo y la participación de los ciudadanos. Ahora bien, a raíz de la lectura de La democracia en América de Tocqueville, Mill descubrió que la “democracia pura” presentaba un claro inconveniente: no garantizaba que las mayorías no oprimieran a las minorías. No podía existir una sociedad de plena individualidad –y por lo tanto, felicidad- si los derechos de las minorías no eran suficientemente respetados. Mill veía como una amenaza que mayorías homogéneas, masivas y “desindividualizadas” pudiesen imponerse a minorías más plurales y cualificadas. De modo que a la restricción del poder del estado en relación con el individuo había que añadir la prioridad de los individuos más formados en el ejercicio de la democracia. Mill acababa defendiendo el sufragio censitario. De acuerdo con la célebre frase de Consideraciones sobre el gobierno representativo: “La educación universal debe preceder al sufragio universal”.



Este liberalismo individualista no estaba exento de tensiones dentro del pensamiento de Mill. Por una parte, el principio de máxima felicidad tendía a afirmar la democracia y a restringir libertades que implicaran desigualdades sociales excesivas. Por otra, el principio de libertad individual limitaba el poder del estado y de las mayorías. Ahora bien, conviene recordar que el principio de individualidad se basa en el de utilidad y máxima felicidad y no a la inversa. De manera que, para Mill, la defensa del individuo estaba unida a la exigencia de una sociedad en la que la mayoría alcanzase la condición de individuo. De ahí su enérgica defensa de la educación pública para todos: los padres no podrían ser libres de educar o no a sus hijos, pues esta actitud violaría el principio de felicidad de los hijos. En un país en el que una excesiva natalidad amenazase la distribución de los recursos, el gobierno estaría autorizado a restringir un derecho tan individual y liberal como el del matrimonio. También sería legítima una ley de reducción de las horas de trabajo: más personas (los trabajadores) se beneficiarían de mayor libertad e individualidad. En realidad, en Mill se solapaban liberalismo y socialismo



Otra obra importante de Mill fue Utilitarismo, que razona sobre la filosofía del Utilitarismo, creada principalmente por Jeremy Bentham, aunque el padre de Stuart, James Mill, también fue partidario de la misma. El Utilitarismo sostiene que las acciones son buenas en proporción a la cantidad de felicidad producida y al número de personas afectadas por la felicidad. La principal innovación al Utilitarismo es la idea de la jerarquía de placeres. Bentham consideró todas las formas de felicidad al mismo nivel, mientras que Mill arguyó que los placeres y desarrollos morales e intelectuales eran superiores a otras formas de placer más físico.



Muchos han apuntado que la doctrina del derecho absoluto a la libertad subrayada en Sobre la libertad y el pragmatismo absoluto del Utilitarismo son difíciles de conciliar. Por ejemplo, bajo un Utilitarismo estricto, la libertad de expresión podría ser violada si se generase más felicidad de esa manera. La mayoría de intentos de poner a salvo estos dos aspectos del pensamiento de Mill se han basado en el Utilitarismo regulado, que es lo que parece que Mill tenía en mente cuando escribió Sobre la libertad.



Mill abogó principalmente por dejar hacer en la economía, pero se mostró dispuesto a aceptar intervenciones, tales como un impuesto sobre el alcohol, si había suficientes motivos utilitarios.



La obra maestra de Mill fue Sistema de la lógica inductiva y deductiva, revisada y editada en numerosas ocasiones. Una influencia primordial para esta obra fue la Historia de las ciencias inductivas (1837) de William Whewell. La reputación de la obra de Mill estriba principalmente en el análisis de la prueba inductiva, que se contrapone a los silogismos aristotélicos, de naturaleza deductiva. Mill formula cinco métodos de inducción que han pasado a conocerse como los Métodos de Mill: el método del acuerdo, el método de la diferencia, el método común o doble método de acuerdo y diferencia, el método de residuos y el de variaciones concominantes. La característica común de estos métodos, el verdadero método de la investigación científica, es el de la eliminación. El resto de métodos están, por lo tanto, subordinados al método de la diferencia. Otro intento de Mill fue postular una teoría del conocimiento del estilo de John Locke.



Mill fue, sin duda, el gran filósofo de la Inglaterra victoriana. Una sociedad caracterizada por el desarrollo económico, el bienestar material y la comodidad reconocía el valor que tenían para la vida valores como lo mensurable y lo útil. Al mismo tiempo se asistía al esfuerzo de amplios grupos, como los trabajadores o las mujeres, por no quedar al margen de esa prosperidad. Y la aristocracia, satirizada años más tarde en las obras de Wilde o Shaw, miraba con recelo los “excesos” de la democracia, aceptada ya a regañadientes como un destino con el que habría que convivir y que sólo cabía modificar, no eludir. Una vez más se cumplía el diagnóstico del viejo Hegel: la filosofía era el tiempo expresado en conceptos.





Jeremy Bentham



nació el 15 de febrero de 1748 en Houndsditch y falleció en Londres el 6 de junio de 1832. Pensador inglés, padre del utilitarismo.

Fue reconocido como niño prodigio por su padre al encontrarlo en su escritorio leyendo varios volúmenes de la Historia de Inglaterra. A los tres años leía tratados, tocaba el violín con cinco y estudiaba latín y francés con seis. Hijo de una familia acomodada, estudio primero en Westminster School y a los 12 años ingresó en la Universidad de Oxford y empezó a ejercer como abogado a los 19 años. Pero enseguida se mostró crítico con la educación de su época y con la práctica jurídica, dedicándose por completo a tareas intelectuales.

Dotado de una fuerte personalidad, a lo largo de su vida escribió largos manuscritos donde proponía ambiciosas ideas de reformas sociales, pero también escritos como An Outline of a New System of Logic (1827), fuente de un debate entre los principales lógicos contemporáneos sobre la prioridad de la autoría de la cuantificación del predicado.

Desde 1814 convirtió su casa en centro de intercambio intelectual y foco de un activo movimiento utilitarista. Entre sus amigos y seguidores más cercanos se encontraba James Mill, el cual quiso hacer de su hijo, John Stuart Mill, el heredero de Bentham al frente del movimiento. Ambos fueron editores de importantes obras de Bentham, quien tenía la costumbre de escribir mucho, pero dejando la mayor parte de los textos inacabados para que los completaran sus editores.







El utilitarismo

Sus trabajos iniciales atacando el sistema legal y judicial inglés le llevaron a la formulación de la doctrina utilitarista, plasmada en su obra principal: Introducción a los principios de moral y legislación (1789). En ella preconizaba que todo acto humano, norma o o decisión. Así se fundamentaría una nueva ética, basada en el goce de la vida y no en el sacrificio ni el sufrimiento. El objetivo último de lograr «la mayor felicidad para el mayor número» le acercó a corrientes políticas progresistas y democráticas: la Francia republicana surgida de la Revolución le honró con el título de «ciudadano honorario» (1792), si bien Bentham discrepaba profundamente del racionalismo de Rousseau y consideraba absurdo el planteamiento iusnaturalista subyacente a la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Negaba también la «religión natural», que construía el concepto de Dios por analogía con los soberanos de la tierra, y defendía la «religión revelada». En la teoría del conocimiento, era nominalista.

El utilitarismo ejerció su influencia sobre toda una generación de políticos británicos, representada por Peel; también puede señalarse la incidencia que tendría, a la larga, sobre las doctrinas subjetivas del valor que se impusieron en la teoría económica occidental a partir de la «revolución marginalista» (Walras, Pareto, etc.).



El Panopticon

También dedicó su atención al tema de la reforma penitenciaria, elaborando por encargo de Jorge III un modelo de cárcel (el Panopticon) por el que ambos entraron en conflicto. Bentham ideó una cárcel en la cual se vigilara todo desde un punto, sin ser visto. Bastaría una mirada que vigile, y cada uno, sintiéndola pesar sobre sí, terminaría por interiorizarla hasta el punto de vigilarse a sí mismo. Bentham se dio cuenta de que "el panóptico" era una gran invención no sólo útil para una cárcel, sino también para las fábricas. Si bien el modelo de Bentham fue criticado (aunque él lo consideraba una genialidad), de alguna forma todas las cárceles, escuelas y fábricas a partir de aquella época se construyeron con el modelo panóptico de vigilancia.



DISCULPA PERO NO PUDE ENCONTRAR FILOSOFÍA MODERNA Y A LO QUE SE REMONTA ES SOLAMENTE A FILOSOFÍA. SUERTE
Fran
2007-04-09 20:40:49 UTC
Algun epitafio en especial...????



Suerte amigo
Silver
2007-04-09 20:34:30 UTC
AUTORES DE LA FILOSOFIA GRIEGA



Tales de Mileto - Anaximandro - Anaxímenes - Parménides - Heráclito - Pitágoras - Empédocles - Demócrito - Anaxágoras - Protágoras - Gorgias - Hipias - Pródico - Trasímaco - Antifonte - Sócrates -Euclides - Platón - Aristóteles - Zenón - Epicuro - Diógenes - Pirrón - Séneca - Filón - Plotino - Hipatia



AUTORES DE LA FILOSOFIA MEDIEVAL



1. S. VI - X

Pseudo-Dionisio

Boecio

J.Escoto Eriúgena



2. Alta Escolástica

Anselmo de Canterbury

Pedro Abelardo

Juan de Salisbury



3. Gran Escolástica

Alberto Magno

Tomás de Aquino



4. Crisis de la Escolástica

Duns Escoto

Guillermo de Ockham



5. Filosofía islámica

Avempace

Sufismo



AUTORES DE LA FILOSOFIA CONTEMPORANEA



1. Racionalismo

R.Descartes

Spinoza

Leibniz



2. Empirismo

Hobbes

Locke

Berkeley

Hume



3. Ciencia

Newton

Malebranche

Pascal
anonymous
2007-04-09 20:30:53 UTC
Textos: Roberto Aretxaga Burgos

y Ricardo Campo





Al cabo de siglos de confusas conjeturas, de especulaciones absurdas, conservadurismo indigesto y desinterés carente de toda posible imaginación, por fin ha llegado a su mayoría de edad el tema de la vida extraterrestre, y en la actualidad ha alcanzado una etapa práctica donde se la puede estudiar mediante técnicas rigurosamente científicas, una etapa en la que ha conseguido respetabilidad científica y en la que, asimismo, se entiende ampliamente su significado. Por esta razón, repito, la vida extraterrestre acaba de alcanzar su mayoría de edad.

Carl Sagan, La conexión cósmica, 1973



Estimamos que esta posición ha abierto un fructifero diálogo entre científicos, filósofos y teólogos. Como hemos tratado de demostrar en este trabajo, independientemente de la rama de la cultura que practiquemos, todos nosotros estudiamos cuestiones relativamente vecinas. Estos pasos recientes de acercamiento entre las culturas, las cuales una vez estuvieron aparentemente muy alejadas, sólo puede reforzar el ya considerable florecimiento del estudio integrado del origen, evolución, distribución y destino de la vida en el Universo, temas ya reunidos en la nueva ciencia de la astrobiología; ella invita a un diálogo constructivo e interdisciplinario entre las ciencias y las humanidades.

(Julian Chela Flores, "La astrobiología, un marco para la discusión de la relación hombre-universo", Principia (Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Barquisimeto, Venezuela), 18 (2001))"

ené Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en la Turena (Francia). Su familia pertenecía a la baja nobleza, siendo su padre y su hermano mayor magistrados del Tribunal superior de Bretaña, en Rennes. Su madre murió al año de nacer Descartes. En 1604 y hasta 1614 estudió en el colegio de la Flèche en Anjou, escuela regida por los jesuitas y de una apertura intelectual poco usual para la época.



En 1616 se graduó en derecho por la universidad de Poitiers. Sin embargo, no se encontraba realmente satisfecho de la enseñanza que había recibido. Descartes se interesó pronto por las matemáticas, única disciplina que puede considerarse un "auténtico saber" porque es la que nos aporta "certeza" o imposibilidad de dudar.



Este motivo impulsa a Descartes a abandonar sus estudios y dedicarse al esparcimiento y los viajes. En 1618 se alista en el ejército del príncipe Mauricio de Nassau, hijo de Guillermo el Mudo, en Holanda. Por aquella época conoció al que despertaría en él la inquietud por las cuestiones científicas: el médico Isaac Beeckman. En 1619 se traslada a Alemania, donde se incorpora al ejército del duque de Baviera. Ese mismo año, el 10 de noviembre, descubre su verdadera vocación: la filosofía. Pero ésta surge como filosofía del conocimiento o gnoseología y sólo derivadamente se desenvuelve como una ontología o una filosofía del ser. Es por este motivo por lo que Descartes se apasiona por la cuestión del método, único camino que permitirá recomponer y unificar no sólo la pluralidad de ciencias sino la propia sabiduría humana.



Descartes abandona el ejército y entre 1620 y 1629 se dedica a viajar, iniciándose en una nueva experiencia que "el estudio de las letras" no le podía ofrecer: aprender del "gran libro del mundo".



Va a vivir a París y finalmente se retira a Holanda, lugar que se convirtió en el refugio de numerosos filósofos y científicos debido a su tolerancia y donde Descartes vivió con algunas interrupciones hasta 1649.



Comienza su época creadora; en 1628 termina su obra fundamental "Regulae ad directionem ingenii" (Reglas para la dirección del espíritu) que, escritas en latín, se publicarán después de su muerte. Esta obra plasma su intención de crear una ciencia universal de carácter matemático. Pero también se subrayan los aspectos metodológicos de su pensamiento.



En 1633-4 escribe Descartes su "Tratado del Mundo", obra que no se atrevió publicar cuando recibió la noticia de la condena que sufrió Galileo en Roma. Su tratado contenía también tesis heliocentristas, así como afirmaciones sobre el movimiento de la tierra. Parte de esta obra será incorporada más tarde en trabajos posteriores.



Descartes mantuvo siempre una postura conciliadora y precavida que evitó el enfrentamiento con la Iglesia. Quizás debido a que pretendía no quedar fuera de los círculos "oficiales".



En 1937 publicó el "Discurso del método" acompañada de tres pequeños tratados: "Dióptrica", "Meteoros" y "Geometría", escritos en francés, lo cual suponía una novedad y un intento de que su obra se extendiera entre los círculos menos dogmáticos y academicistas.



En 1641 se publican en París sus "Meditationes de prima philosophia", considerada, junto con las Regulae, la obra fundamental de Descartes, también escrita en latín. Esta obra se denomina comunmente Meditaciones metafísicas. Las Meditaciones se publicaron pronto al francés junto con un grupo de Objeciones de varios autores y Respuestas del propio Descartes.



Descartes no se librará de los ataques eclesiásticos. En 1644 publica su obra Principia philosophiae (Principios de la filosofía), que dedica a la princesa Isabel de Bohemia y que se presenta en forma de libro de texto. Descartes deseaba que pudiera ser utilizado en la enseñanza "oficial" aunque se apartara de muchos de los preceptos aristotélicos aceptados.



En 1649 Descartes es invitado por la reina de Suecia a Estocolmo con el fin de instruirla en su filosofía. Al partir deja su obra "Las pasiones del alma" en la imprenta. En este escrito desarrolla uno de los temas que más interesaban a la princesa Isabel: el tema de las pasiones y la relación entre el alma y el cuerpo.



En Suecia Descartes se encontraba solo y atareado en algunas cuestiones enojosas, como la elaboración de unos poemas para un ballet conmemorativo de la Paz de Westfalia . El 11 de febrero de 1650 muere Descartes de una neumonía. El duro invierno sueco así como el hábito de la reina de reunirse con él en la biblioteca a las cinco de la mañana, mellaron la salud de nuestro filósofo, que estaba acostumbrado a una vida más reposada: Descartes pasaba muchas horas reflexionando y escribiendo en la cama hasta las once de la mañana.



Enterrado en Estocolmo, su cuerpo fue trasladado a París en 1666.





ristocles, verdadero nombre de Platón, nació en Atenas en el 427 a. de C. Su familia, de origen aristocrático, se decía emparentada con Codro, el último de los reyes de Atenas y por línea materna, con critias (uno de los treinta tiranos ) y Cármides. Antes de entablar relación con Sócrates, su maestro, el joven Platón dedicaba su tiempo a la poesía.



A partir del año 407 a.de C. vemos a Platón frecuentando el círculo socrático, en el que se mantendrá durante ocho años siguiendo sus enseñanzas.



En el 399 Sócrates es condenado por el Tribunal de los Quinientos a beber la cicuta. Platón no asistirá a los últimos momentos de su maestro.

Después, temiendo represalias sobre los seguidores de Sócrates y también por estar emparentado con los Treinta Tiranos, Platón viaja a Megara, encontrándose con Euclides el megárico.





Empezará una época viajera para el filósofo, que irá a Egipto y a la Cirenaica, donde probablemente entabla relación con Aristipo de Cirene y el matemático Teodoro. Marcha después al sur de Italia , donde entra en contacto con la comunidad pitagórica y, en especial, con Arquitas de Tarento. El pitagorismo tendrá una enorme influencia en la filosofía de Platón.



En el 388 el filósofo viaja a Sicilia invitado por el tirano Dionisio I. Platón intenta influir en sus ideas políticas y filosóficas con la esperanza de poner en marcha su ideal de ciudad. Sin embargo, las susceptibilidades que despierta en Dionisio terminan por desterrarle de Siracusa.



En el camino de vuelta a Atenas, una tradición supone que Platón es capturado en Egina y vendido como esclavo por unos piratas o, según otras fuentes, por órdenes del mismo Dionisio. Es comprado por el cirenaico Anniceris, que le pone en libertad. Después de este hecho insólito, Platón vuelve a Atenas donde funda la primera gran escuela (o universidad) de la antigüedad: La Academia. Allí impartirá sus clases y se rodeará de discípulos en una especie de comunidad que tiene bastantes similitudes con las establecidas por los pitagóricos.



En el 367 muere Dionisio I y le sucede su hijo, Dionisio II, que volverá a llamar a Platón. Viaja pues, de nuevo a Sicilia, entablando una gran amistad con Dión, cuñado del anterior tirano e intenta de nuevo que el tirano aplique en su ciudad su ideal político de ciudad, pero las tensiones no se hacen esperar y Dionisio destierra a Platón y a Dión de la ciudad. El filósofo vuelve a Atenas, donde continua su labor docente y creadora hasta que en el año 361 es invitado una vez más por Dionisio II. Ya en Siracusa vuelven a surgir desavenencias entre los ideales de Platón y la política del tirano. Este último termina por retenerle obligatoriamente hasta que Platón es liberado con la intervención de Arquitas.



De vuelta en Atenas, redacta sus últimas obras, algunas de las cuales presentan cierto pesimismo. Platón muere en el año 347 a.de C. Su sobrino Espeusipo le sucederá en la dirección de la Academia.





Platón es el primer filósofo griego cuya obra se ha conservado íntegramente y cuya influencia ha pesado más en la cultura occidental .



Sus «Diálogos», nombre que se refiere al género literario utilizado en sus escritos, suelen dividirse cronológicamente en tres grandes grupos, aunque hay divergencias en su clasificación:







diálogos socráticos:





En ellos Platón hace una defensa del socratismo frente a las acusaciones de impiedad y corrupción de la juventud que se vertieron sobre su maestro.

«Apología de Sócrates» , « Critón» , «Hipias Menor», «Cármides», «Laques», «Lisis», «Eutifrón», «Gorgias», «Menón», «Cratilo», «Eutidemo» y «Menexeno».

diálogos de madurez:





En ellos aparecen elaboraciones propiamente platónicas: la teoría de las ideas, la inmortalidad del alma, la dialéctica, Eros, la reminiscencia, la ciudad ideal etc.:

«El Banquete», «Fedón», «La república» y «Fedro».





Diálogos de vejez:





Es el grupo de escritos donde el propio Platón examina y critica sus propias teorías:

«Timeo», «Teeteto», «Parménides», «El sofista»,«El político» y «Filebo», «Las leyes» «Critias».





Tenemos también trece cartas, algunas de dudosa autenticidad, que tienen carácter autobiográfico.











Tomás de Aquino nació en el año 1225 en Nápoles.

Hijo de familia de nobles estudió en el monasterio de Montecasino y después en la Universidad de Nápoles. En el año 1244 toma el hábito como dominico y conoce a Alberto Magno, con quien estudiará en Colonia. Posterionnente en 1252 ejerce como maestro de teología en la Universidad de París, y en otras ciudades europeas como Roma, Bolonia y Nápoles.



El 7 de marzo de 1274 murió en Fossanova, camino del segundo concílio de Lyon.





Podemos analizar su pensamiento de acuerdo a dos etapas:



Primera:



De 1245-1259. En este período predominan las influen ¡as arístotélicas (Avicena y Alberto Magno) y las neoplatónicas (San Agustín y el Pseudo Dionisio).



Entre las obras más importantes de esta étapa podemos destacar: los comentarios a las obras de Pedro Lombardo, Boccio (sobre la trinidad), el opúsculo titulado De ente et essentia y el libro primero de la Suma contra Gentiles. La función de esta obra era servir de apoyo a los predicadores que tenían que discutir con judíos y musuhnanes, valiéndose de argumentos racionales y filosóficos sin tener que acudir a argumentos eclesiásticos.



Segunda:



De 1259-1273. Domina en el filósofo el pensamiento arístotélíco. Así comenta ampliamente la Ética a Nicómaco.



En este momento la universidad de París atraviesa un momento de gran inestabilidad a través de la pugna entre franciscanos de orientación agustiniana y los dominicos con fuertes influencias aristotélicas.



Tomás de Aquino desarrolla en esta étapa toda una síntesis de los problemas, filosóficos más discutidos (fe-razón, creación, política). Entre sus obras podemos destacar: finaliza la Suma contra los gentiles, cuestiones disputadas sobre el mal, sobre el alma, opúsculos contra los averroístas como De aeternitate mundi y el De unitate intellectus. La obra más importante de Tomás de Aquino es la Suma teológica, en la que logra una sistematización entre teología y filosofía.



Texto realizado por Maria Antonia Sanz Potente





Debemos o Ockham el mérito haber allanado el camino que liberaría a la razón de toda tutela y servidumbre. Su famosa navaja, cortó definitivamente el cordón umbilical que unía a la filosofía y la ciencia con la metafísica y la teología.





Tenemos escasos datos de la biografía de Guillermo de Ockham. Sabemos que nació en Ockham, Surrey (Sur de Londres) a finales del siglo XIII, probablemente en 1296. Entró en la orden de los franciscanos y, más tarde estudió en la Universidad de Merton, Oxford, teniendo a Duns Scoto por maestro.



En torno a 1320, siendo ya profesor de la Universidad de París, escribe varios comentarios, uno a las Sentencias de Pedro Lombardo y otros a ciertas obras de lógica de Aristóteles y Porfirio. Sin embargo, pronto comienzan los problemas; su interés por la política, y su postura abiertamente crítica frente a las interferencias del poder papal en los asuntos del Imperio, así como su actitud reformista inspirada por los franciscanos, llevaron a Ockham a enfrentarse a una acusación de herejía, proceso que llevó a cabo el antiguo canciller de Oxford en la sede papal (Aviñón) y de la que nuestro filósofo pudo zafarse huyendo a Pisa y Munich, refugiándose en la corte de Luis de Baviera, momento en los que escribió la mayoría de sus obras políticas a favor del emperador y en contra del Papa: Compendio de los errores del Papa Juan XXII (1335-38); Diálogo entre el maestro y el discípulo sobre la potestad de los emperadores y papas (1334-1339).



Sin apenas datos acerca de sus últimas relaciones con el papado, Ockham murió aproximadamente en 1350, en Munich.



Poco sistemático y enormemente crítico, la filosofía de Ockham se inserta dentro de la crisis y decadencia de la Escolástica, producida en el siglo XIV, e iniciada por su maestro Duns Escoto. La separación entre el poder espiritual y temporal suponía también la desligazón entre dos ámbitos de conocimiento radicalmente heterogéneos, razón y fe, que habían intentado ser armonizados por los filósofos de la Edad Media, y cuyo máximo artífice fue Tomás de Aquino. Ockham no sólo rehusó realizar síntesis alguna entre religión (revelación) y filosofía, sino que estimó que ambas forzosamente debían recorrer caminos radicalmente distintos que no se tocaban en ningún punto, ni siquiera en aquella zona de confluencia afirmada por Tomás de Aquino: los preámbulos de la fe.



La teología ha de independizarse de todo andamiaje filosófico y racional, lo que a la larga allanó el camino para una verdadera autonomía de la razón que liberó a la propia filosofía de ser una sierva (ancilla) de la teología. Aún más, sólo desde esta divergencia de ámbitos pudo la ciencia despegar definitivamente.



Para reformar la filosofía, Ockham aboga por un método o un principio de economía que le permita simplificar al máximo los conceptos abstractos y obtusos de esta disciplina. La famosa navaja de Ockham consiste precisamente en esto. Postulado anteriormente por Odón Rigaud en la famosa fórmula "Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem" (El número de entes no debe ser multiplicado sin necesidad), y que Ockham recoge con estas palabras: "Frusta fit per plura quod potest fieri per pauciora" o "Pluralitas non est ponenda sine necesítate".



Según este principio se ha de eliminar de toda investigación todo aquello que sea superfluo o que duplique las explicaciones sin necesidad alguna. Para Ockham sólo lo individual existe, es decir, la realidad extramental es, siempre y sin excepciones, concreta y singular. Las únicas substancias que existen son las cosas particulares y sus propiedades ("Omnis res positiva extra animam eo ipso est singularis").



Lo característico de lo singular es que ha de ser aprehendido por nuestra mente de una forma inmediata, es decir, a través de una intuición, que consiste en la experiencia directa de la cosa concreta y que no permite dilucidar si una cosa existe o no. Ahora bien, de lo que no cabe duda es de la inexistencia de las ideas, las formas o las esencias comunes a muchos individuos, como las postuladas por Platón, Aristóteles, Santo Tomás, etcétera. En palabras de Ockham "El conocimiento intuitivo es aquél en virtud del cual sabemos que una cosa es, cuando es, y que no es, cuando no es". Por lo tanto, el conocimiento intuitivo se opone al conocimiento abstracto, que no permite realizar juicios de existencia.



Por todo ello considera Ockham que la observación directa y la experiencia es el único criterio de verdad posible, postura que favorecerá el método experimental e inductivo desarrollado posteriormente por las ciencias a partir del Renacimiento.



Esta postura gnoseológica de Ockham está estrechamente vinculada a la cuestión de los conceptos universales. Si sólo existen los individuos o cosas concretas ¿qué tipo de existencia ha de dársele al universal, es decir, a los conceptos generales que se aplican a un conjunto de individuos? ("hombre" se aplica a Sócrates, a Cristóbal y a Elena). Este problema fue ampliamente tratado por numerosos filósofos de la antigüedad que, dependiendo de sus posturas, generaron dos corrientes distintas: el realismo y el antirrealismo o nominalismo.



Para los realistas, los universales son entidades reales, cosas (res) que se encuentran o inherentes a las cosas mismas o fuera de las cosas. Concretamente, dentro del realismo podrían darse las siguientes opciones: 1) Que el universal exista antes de que existan las cosas (ante rem), ya sea en un mundo separado y absolutamente trascendente (Platón) o en la mente divina (San Agustín); 2) Que el universal existe en la cosa (in re), siendo ésta su forma o su esencia, como postuló Aristóteles en su teoría hilemórfica; o 3) Que el universal exista exclusivamente en la mente, siendo producto de una abstracción (post rem o in anima), opción mantenida por Tomás de Aquino.



Para los antirrealistas o nominalistas los universales carecen de entidad real; no son cosas, ni substancias, ni esencias separadas o inherentes a las cosas mismas. Los universales son palabras o nombres (nomen), términos utilizados en las proposiciones que ocupan el lugar o hacen las veces de las cosas (supponunt pro rebus). Esta postura fue defendida por Pedro Abelardo y Guillermo de Ockham. El nominalismo de este último ha sido denominado también terminismo, porque afirma que el universal es tan solo un término que sustituye (suppositio) a un conjunto de individuos semejantes, conocidos de un modo confuso ("hombre" aplicado indistintamente a Cristóbal y a Elena designa a ambos de una manera confusa y, evidentemente, más imperfecta de lo que lo haría una intuición).



La piedra angular de la teología ockhamista es el voluntarismo, que postula la primacía de la voluntad divina sobre la inteligencia. Dios no está determinado a obrar por ningún motivo ni tampoco por ninguna razón; su voluntad es absolutamente libre, es omnipotente, lo que implica que el mundo y la racionalidad de éste es absolutamente contingente: todo puede o podría en un futuro ser de otra manera y no hay nada que nos permita anticipar que lo que sucedió en el pasado sucederá igualmente en el futuro. La ciencia opera por inducción: suponemos que un hecho singular captado por la intuición producirá en un futuro idénticos efectos, y que éstos se ajustarán a unos estrictos e inmutables principios racionales pero, en rigor, nada puede decirse sobre lo venidero, ya que la omnipotencia divina podría hacer que mañana los círculos fueran cuadrados o que el vicio fuese una virtud. Nada hay absolutamente imposible.



Estos mismos principios son esgrimidos para realizar una dura crítica a la metafísica y allanar el camino a la separación definitiva entre los ámbitos de la razón y la fe. Al no haber experiencia alguna de ninguna entidad postulada por la metafísica y la teología (existencia de Dios, inmortalidad del alma, etc.), éstas no serán dominios de la razón, ya que sólo puede ser conocido lo intuido. Los principios de la teología no son demostrables racionalmente, perteneciendo su ámbito exclusivamente a la fe y a la revelación.



Por todo lo dicho hasta ahora, Ockham se convirtió en una figura bastante incómoda en su tiempo, aunque habría que reconocerle el mérito de haber liberado a la razón de todas las servidumbres metafísicas y teológicas, favoreciendo el despegue definitivo de la ciencia moderna.









on el zaragozano Avempace o Ben Bacha (Ibn Bayya), fallecido en 1138, la filosofía hispano-musulmana recupera la tradición inspirada por Aristóteles. El aprovechamiento de la filosofía peripatética se introdujo en Oriente con Alfarabi y Avicena y, aun mezclada con neoplatonismo, disciplinará la mente y enseñará a mirar el mundo con ojos científicos, interesados por la contemplación e indagación de los secretos de la naturaleza, preservando la existencia de Dios, exigida por la lógica y supuesta por la física del Estagirita, como causa incausada y motor inmóvil.



Avempace merece una atención especial tanto por la profundidad de su pensamiento como por su influencia sobre Averroes y Alberto Magno, a quien influyó sobre todo en botánica.







Tomás de Aquino cita más a Avempace que Alberto Magno, aun, como su maestro, para rebatirlo. Alberto y Tomás reprocharán al zaragozano, sobre todo, la tesis de la unidad final de las almas y la negación de la inmortalidad personal del hombre. Las refutaciones de Romás de Aquino pueden seguirse en la Summa contra Gentiles, en el De anima y en el opúsculo De unitate intellectus contra averroistas.



Cuando Zaragoza cayó en manos de Alfonso I de Aragón en 1118, Avempace se refugió en Sevilla y residió en Granada, ciudades donde ejerció la medicina. Sus contemporáneos lo tuvieron por el más grande de los filósofos de al-Ándalus (entidad política que no debe confundirse con la actual Andalucía). Posteriormente, Avempace se trasladó a la corte de Fez, donde llegó a ocupar el puesto de visir, pero la efímera gloria desembocaría en desastre, pues en 1138 fue envenenado por competidores o envidiosos, por médicos o alfaquíes ortodoxos.



Contemporáneo del eclipse definitivo del Califato y la fragmentación del poder con los reinos de taifas, las fuerzas más integristas del Islam se debilitan y el momento es propicio para la falsafa y la preocupación por el hombre y su felicidad, aun dando por sentado y definitivo el ideal religioso del Islam. Importante comentarista de Aristóteles, los principales tratados filosóficos de Avempace quedaron inacabados. Sus tres grandes obras originales son: Carta del adiós (un tratado de lógica), Tratado de la unión del intelecto con el hombre y -la que más gloria dio a su autor- Régimen del solitario (Tadbir al-mutawahhid). Sabemos que en el campo de la astronomía Avempace participó en las polémicas de la época contra las concepciones ptolomeicas, porque el gran filósofo judío Maimónides (muerto en 1204) alude a un tratado de astronomía compuesto por nuestro musulmán.



Pero sin duda el tema más importante para Avempace es el de la Inteligencia Agente como término de todos los movimientos. La actividad más noble y felicitante -repetirá Avempace con Aristóteles- es la actividad intelectiva, ver y contemplar sin interés, como hace Dios, quien es puro entendimiento reflexivo, pensamiento del pensamiento. Su idea rectora se puede describir como un itinerarium que lleva al hombre-espíritu, al solitario o mutawahhid, a buscar su propia vocación y fin supremo, confundiéndose con la Inteligencia Agente, con el Entendimiento Activo Universal.



Avempace desarrolla una teoría de las formas espirituales. Distingue entre las formas inteligibles abstraídas de la materia y las formas inteligibles esencialmente separadas de ésta y que son percibidas sin necesidad de abstraerlas de la materia. "Hay seres que son formas puras sin materia, formas que nunca están vinculadas a la materia". Entre las formas del nivel corporal están las de las almas vegetativas y animales. Entre las formas o inteligibles del nivel espiritual, las de los sentidos internos (sentido común, imaginación y memoria), que también poseen los animales; y la forma de la razón, que nos es exclusiva a los humanos. Todavía por encima de esos inteligibles están las Formas del Intelecto:



-Intelecto Pasivo o en potencia, individual de cada persona.

-Intelecto Adquirido, también individual.

-Intelecto Agente Universal.



Según Joaquín Lomba, traductor y estudioso de Ibn Bayya, Avempace salta desde la perspectiva gnoseológica a la ontológica, pues esa esencia espiritual que es el Intelecto Agente Universal acaba convertido en una Sustancia pensante que se piensa a sí misma. Hace notar asimismo la rectificación que opera Avempace sobre el Motor Inmóvil aristotélico: el Dios de Avempace se conoce a sí mismo, como el noesis noeseos aristotélico, pero en ese mismo acto de autoconocimiento sabe también de lo que Él ha creado y ordenado del mundo.

El intelecto cuyo inteligible es él mismo es uno y no múltiple. La contemplación que procede de esta manera es la otra vida y constituye la única felicidad humana final. Se trata de una unión mística (racionalismo místico) del Intelecto Humano con el Intelecto Agente, mediante la contemplación, que deviene en un estado ontológico de real y existencial unidad con El. Es reconocible la raíz neoplatónica de esta unión (ittisal), por ejemplo, en el synápteîn, en el "anudamiento" o "religamiento" de la Enéada VI, 9, 8., que sucede a un nivel espiritual cuando se abandona la alteridad. También es posible que esta elevación mística tenga una fuente sufí, si bien el orden emocional y sensible propio de los sufíes, sería sustituido en Avempace por un orden racional, por un misticismo intelectualista. De ahí que podríamos pensar el régimen del solitario como un sufismo intelectual, que aúna a todos los hombres sabios cuando se funden con el Intelecto Agente, formando una comunidad de excelencia y sabiduría, una comunidad que ya no requiere ni de médicos ni jueces, porque es perfectamente saludable y justa.



Con esta concepción intelectualista de la Divinidad cosechó Avempace graves acusaciones de herejía, pues sus textos daban la impresión de negar la inmortalidad del individuo. Ya hemos dicho como Alberto Magno y Tomás de Aquino criticarán esas posiciones. Avempace sigue al peripatético Alejandro de Afrodisia (h. 198-211) cuando afirma la separación y unidad del Intelecto Agente para todos los seres humanos. El Intelecto Agente es así un Intelecto Separado (ho noûs ho zyrazen). Comentando a Aristóteles, Alejandro de Afrodisia distinguió entre Intelecto Material, propio de cada individuo (el noûs pathetikós del Estagirita), Intelecto Agente, exterior y único para todos los hombres (noûs poietikós); y el Intelecto Adquirido o en Acto, que ha pasado de poder conocer a conocer gracias a la iluminación del Intelecto Agente. Alejandro de Afrodisia identificó, finalmente, al Intelecto Agente con Dios. Alfarabi (879-950), el principal responsable, después de Alkindi del desarrollo de la filosofía en el mundo musulmán (falsafa), distinguió cuatro intelectos: Material o en Potencia; en Acto; Adquirido o Habitual; e Intelecto Agente, el que ilumina el Intelecto Material y le hace pasar a los estadios de Intelecto en Acto y Adquirido. En este como en otros temas Alfarabi, con su particular fusión de aristotelismo y neoplatonismo, influirá decisivamente en Avempace.



El Intelecto Agente de Avempace es único, eterno, separado y contiene en sí las esencias universales de todas las cosas, siendo el colmo de la espiritualidad y la meta máxima de la perfección del hombre.



La unión mística con el Entendimiento Agente es para Avempace un don que concede Dios al ser humano cuando éste ha culminado su ascenso de desprendimiento de la materia hacia una máxima espiritualidad, por la vía de la ciencia abstractiva, porque la ciencia acerca a Dios y la ignorancia aleja de El (Carta del adiós).



Para Avempace las virtudes y la vida moral tienen una función eminentemente social, no son sino un simple medio, siendo la ciencia racional la verdadera vía hacia el Intelecto. Si este Intelecto no es Dios mismo, resulta lo más próximo a El para nosotros. Una vez lograda la unión mística, la vida moral y las virtudes son trascendidas y se manifiestan inútiles. El hombre sabio, ascendido a esta cima, se sitúa por encima de toda acción y más allá del bien y del mal. Esta es la quietud o inmutabilidad de la pura contemplación y divinización.



El hombre que quiere ser sabio debe huir de la comunidad y aislarse, pues el hombres sólo puede ser parte de la sociedad si ésta es perfecta, no cuando es viciosa. El solitario sólo deberá unirse a los que son como él si es que existen. Esta elección de la soledad a que nos anima Avempace contrasta con el concepto de "umma" o comunidad política-religiosa tan importante en la cultura islámica. La figura del hombre que deja la sociedad para lograr la perfección religiosa es extraña a la espiritualidad musulmana. Al contrario que el libertado de la caverna platónica, este solitario no tiene ninguna obligación ni vocación de redención del prójimo, embebido en la ciencia abandona la ciudad y sus tentaciones...



«No conocemos nada mejor que nuestra dedicación [a la ciencia], la cual es superior al resto de otras clases de oficios, y que los hombres reconozcan que la ciencia es la más excelsa de las cosas humanas, pues la gente más noble reconoce que la ciencia verdadera es algo superior y digno, sea cual sea su utilidad o provecho o cualquiera de las cosas que encontramos que dijeron anteriormente acerca de la ciencia. Siempre tendremos la esperanza de lograr [con ella] algo grande, aunque no sepamos qué es lo que conseguimos, salvo que no hallamos para su grandeza un lugar [apropiado] en el alma ni podemos expresar lo que es, debido a su grandeza, excelsitud y espléndida belleza. Y esto, hasta el punto de que algunos hombres están convencidos de que viene a ser como una luz que asciende hasta el cielo» (Avempace, Carta del adiós, trad. J. Lomba).
Coatl
2007-04-09 20:26:18 UTC
neta que me sorprende estas preguntas o no saben usar el google o son muy flojos como para buscarlo, para que tienes internet eh

ENTIENDANN EL GOOOGLE EL GOOGLEEEEEE
anonymous
2007-04-09 20:25:30 UTC
yo paso
anonymous
2014-06-09 18:54:56 UTC
NO LEAS mas abajo PORFAVOR ES K ME DA YUYU















en 1997 una chica yamada Lauren murió y en 2000 la encontraron en el bosque tirada muerta y ponia en su mano:no fui lo suficiente wapa y la chica que la encontró poco despues murio asi que si lees esto ala noche Mary se aparecerá en el espejo y te matará.
Celia A
2007-04-10 10:59:34 UTC
Google!, no seas tan vago...
anonymous
2007-04-09 20:32:35 UTC
Soy profesora de fiosofía, y cobro 120 $ (dólares estadounidenseamericanos) por hora, ¿negociamos?



En mi época usábamos las enciclopedias y diccionarios, hoy lo tienen muy fácil con interntet... y ni aún así???



P.D: ¿Si me queda tiempo quieres que te limpie un poco la casa y te saque a pasear al perrito?
camiiliiitaaah
2007-04-09 20:23:49 UTC
uhhhhh!!! esta descartes, john Lock, buda


Este contenido se publicó originalmente en Y! Answers, un sitio web de preguntas y respuestas que se cerró en 2021.
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