Te pongo algo que me sirve mucho para explicar lo que siento:
"La angustia es el precio de la libertad" dijo Soren Kierkegaard.
En su libro "La angustia", decía el filósofo existencialista cristiano Soren Kierkegaard que el momento más grave de la vida de Jesús de Nazaret no fue en el Gólgota, cuando exclamó: Eli, Eli, lema sabachtani! porque ya todo estaba consumado, sino en el huerto de Getsemaní, cuando todavía en la posesión de su facultad de alternativa, Jesús oró de la siguiente manera: ''Abba, Padre, todo te es posible; aleja de mi este cáliz. mas no sea lo que yo quiero, sino lo que Tú quieres'', y entonces Cristo, pleno de esa angustia que provoca la elección, escogió la cruz. Y murió libre en la cruz."
Eso me hace pensar que mi angustia existencial radica en el miedo a la posibilidad de tomar decisiones en pleno uso de mi libertad, y que no sean las más correctas, adecuadas ó convenientes para mi existencia presente y futura.... y no sólo la mía, sino la de mis hijos mientras sea yo la que dirija el barco en el que navegamos por la vida y hasta que sepan tomar sus propias decisiones.... y "bancarse las consecuencias de sus decisiones" como dirían en Argentina.
Sin embargo, pese a mi angustia, a veces paralizante y que me hace un nudo en la garganta.... siempre tendré que tomar decisiones y aceptar que no en todas acertaré con la mejor.
Y si bien esa es mi angustia existencial, mi existencia no puede ni debe hacerse mas "angosta ni angustiaste" por no saber con total certeza si estoy haciendo lo correcto.
Es la duda de no saber qué camino es el mejor... pero hasta que no decides por donde ir, no lo sabrás. Solo hay que tratar de decidir con la mente y el corazón bien puestos... pensar en esto es lo que me calma.